domingo, 24 de mayo de 2015

Reptilianos Legendarios de la Edad Media

Por Xentor Xentinel


Se ha dicho que muchos Reptilianos Metamorfos serían de la Tribu Israelita de Dan. En el Capítulo 49 del Génesis leemos:
«Dan juzgará a su pueblo como una más de las Tribus de Israel. Será como serpiente en el camino, como víbora en el sendero, que muerde los talones del caballo, y hace caer de espaldas al jinete».
En Apocalipsis 7, donde se habla de los 144.000 de entre las Tribus de Israel que recibirán el Sello de Dios, y se pasa lista a las Tribus, la Tribu de Dan brilla por su ausencia. Por ello, se ha especulado que el Anticristo será de esta Tribu.

Se dice que la Dinastía de Reyes Merovingios de Francia viene de la Tribu de Dan y, de hecho, se dice también que el Anticristo será descendiente de los Merovingios. Además, se habla de una Conexión Reptiliana con los Merovingios.


Cuenta la leyenda medieval que en el Siglo 5, la esposa del Rey Clodión de Francia, tuvo un encuentro sexual con el Quinotauro, un «monstruo marino», que se veía como una combinación entre toro y serpiente marina, con 5 cuernos en la cabeza. Como producto de este encuentro nacería el Rey Meroveo, sucesor de Clodión, quien le daría su nombre a la Dinastía Merovingia.


LA LEYENDA DE MELUSINA

Otra leyenda medieval cuenta cómo Elinas, Rey de Alba (antiguo nombre de Escocia), fue a cazar un día y se encontró con una hermosa dama en el bosque. Ella era en realidad un Hada llamada Presina. Él le pidió que se casara con él, y ella aceptó con la condición de que no debía entrar a su habitación cuando ella diera a luz o bañe a su hijos.

Ella dio a luz a tres hijas: Melusina, Melior y Palatina. Pero un día, Elinas violó el tabú y espió a Presina mientras se bañaba. Entonces, Presina dejó el Reino, junto a sus hijas, con quienes viajó a la isla de Avalón, en donde se establecieron.

Cuando Melusina tenía 15 años, preguntó a su madre el por qué estaban ahí. Al enterarse de la promesa rota de su padre, Melusina buscó venganza. Ella y sus hermanas capturaron a Elinas y lo encerró, con sus riquezas, en una montaña en la montaña mágica de Northumberland. Presina se enfureció cuando se enteró de lo que habían hecho las chicas, y las acusó de ser unas malas hijas y de carecer de corazón. Entonces, envío a Melusina un sortilegio:
—Tú, Melusina, que eres la más mayor, la más sabia y la culpable: por este encantamiento te convertirás en serpiente todos los Sábados de la cintura para abajo.
Si Melusina encontraba un hombre para desposarse, éste nunca debía descubrir su secreto. Si él lo desconocía, Melusina podría vivir el resto de la semana como una mujer normal, pero si lo hacía estaría condenada a quedarse en su forma medio reptil para siempre.

Melusina no tardó en encontrar a su futuro esposo, Raimondín de Poitiers, cuando éste se hallaba cazando un jabalí en el bosque de Coulombiers (en la provincia francesa de Poitiers), y accidentalmente mató a su tío, el Conde Aimery. Raimondín fue a Font de Sé (la Fuente de la Sed) para calmarse. En ese momento, Melusina se le apareció en todo su esplendor, danzando en medio de otras Hadas.

Gracias a su Magia, logró que Raimondín pareciera inocente, y aceptó casarse con él, con la condición de no dudar de sus orígenes, y de nunca verla ni entrar en su habitación en Sábado. A cambio, ella le ofreció su fortuna, y una numerosa y larga descendencia.

La familia Lusignan, que reinó durante mucho tiempo en Poitiers, explotó el mito haciendo de Melusina la fundadora de su linaje. Se la pretende identificar con Sibila de Jerusalén, una condesa casada con Guy de Lusignan en 1180, y convertida en Reina de Jerusalén de 1186 a 1190. Sin embargo, las historias de Melusina y Sibila no concuerdan, y tampoco el nombre de su esposo. Si estas cosas ocurrieron en realidad, debe haber sido en una época anterior a la de Sibila. Melusina debe haber sido la diosa celta protectora de la Font de Sé, o la Melucena de los escitas, o ambas.

Como quiera que sea, la leyenda dice que Melusina usó sus artes mágicas para hacer aparecer de la nada el fabuloso Castillo Lusignan para su esposo. En su primer año de casada, también habría levantado otros castillos y fortalezas (Tiffauge, Talmont, Partenay) que contribuyeron a la pujanza y el esplendor de la familia Lusignan. Iglesias como Saint-Paul-en-Gâtine surgieron de pronto en medio de la campiña. También habría erigido las Torres de la Guardia en La Rochelle, y la propia ciudad de Lusignan.

Melusina concibió 10 hijos de Raimondín (mientras que Sibila de Jerusalén sólo tuvo dos hijos con Guy de Lusignan, y tres en total). Pero todos ellos salieron con extrañas deformidades. Por ejemplo:
  • Antoine llevaba en sus mejillas una garra de león.
  • Fromont, que se hizo monje, tenía sobre la nariz una pequeña mancha peluda.
  • Geoffroy nació con un diente más grande que un pulgar.
  • Guion tenía un ojo más alto que otro.
  • Urien, que se convirtió en Rey de Chipre, tenía un ojo rojo y otro azul, y grandes orejas.

  • Un Sábado, empujado por los celos de su hermano el Conde de Forez, Raimondín transgredió la regla y haciendo con su espada un agujero en la sólida puerta de hierro, la espió mientras se bañaba.

    Melusina estaba en una gran cuba de mármol, peinándose los cabellos. Hasta el ombligo era una mujer, pero del ombligo para abajo había una gran cola de serpiente, la que movía con tanta energía que el agua salpicaba hasta el otro extremo de la estancia.

    Melusina no sufrió aún la conversión permanente, y perdonó a su esposo por espiarla; pero una vez, durante una discusión, él la llamó «serpiente» delante de su corte; y entonces ella tomó la forma de un dragón y, tras dejarle dos anillos mágicos, dejó el castillo volando, para no volver jamás.

    La historia del Quinotauro, y la de Presina y Melusina, son sólo un par de ejemplos de la presencia de Reptilianos en el ideario colectivo medieval.


    Reptilianos en la Historia de Europa

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